23 de junio 2019
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Un fragmento de JohnMain OSB, “The unreality of Fear”, THE HEART OF CREATION (New York: Continuum, 1998), págs. 24-25
Conforme leemos el evangelio, vemos que se nos plantea una elección frente a nosotros. La alternativa es entre el amor y el miedo. Tanto si es miedo a la enfermedad, guerra o hambruna o si es miedo a lo sobrenatural, dioses vengativos y enojados que deben ser aplacados con rituales compulsivos. La diferencia entre un mundo barbárico y un mundo civilizado es que el barbarismo prospera en el miedo. La civilización prospera sobre el amor que da origen al vigor, la energía, la vitalidad, la creatividad. La energía barbárica es negativa; su impulso fundamental es destructivo y su arte principal es la guerra. El arte principal de la vida Cristiana es la paz.
Nuestro compromiso con la meditación es nuestra apertura a la paz del amor redentor de Dios: nuestra aceptación de ella, nuestro abandono de la auto-fijación y nuestro compromiso con la entrega de sí mismo. [. . .] La función básica del evangelio, que es la única raíz, es expulsar el miedo, arrancarlo desde la raíz para que podamos ir más y más profundo hacia un corazón sin miedo y ahí encontrar el amor más profundo.
Después de la meditación: “Petition” por K.A. Hays en WINDTHROW (Pittsburgh: Carnegie Mellon Univeristy Press, 2017), pág. 53
Petición
Aquí flota la mente sobre un muelle del verano.
Las rodillas se aflojan, las manos titubean,
los ojos nunca han oído hablar de relojes.
La mente no sentirá las horas, la mente se expande
a lo largo de las horas, a lo ancho del sol. Querido sol,
quien da visión, pero no es la visión.
Quién es el cuerpo y los cuerpos
que hablan en la profunda obscuridad bajo el muelle.
Quién a los pequeños en la llanta hundida en la arena
les parece como amor.
Haznos la brillantez doblada a través de la sombra.
La cosa, o la prisa de cosas, que hace
una apertura, un camino.
Selección: Carla Cooper
Traducción: Guillermo Lagos