7 de julio 2019

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Un fragmento de Laurence Freeman OSB, “Dearest Friends” CHRISTIAN MEDITATION NEWSLETTER, vol 32, No 2, junio 2008, pág. 4

La oración es personal, no solo individualista. Esto significa que es más que revolver alrededor de las preocupaciones egocéntricas de nuestras vidas. Se trata de salir de esa órbita y de hacer el verdadero y universal centro de la realidad el núcleo consciente de nuestro universo personal. La oración entonces toma un significado universal conforme nuestros problemas y preocupaciones se reconfiguran en una red de relaciones unidas por la compasión y sabiduría, las mismas fuerzas del alma que nos levantan del sótano del ego al techo del alma en donde podemos ver las estrellas.

Después de la meditación: Haiku recordado.

Anoche mi pequeña choza
se quemó hasta el piso.
Esta noche, veo la luna.
 

Selección: Carla Copper

Traducción: Guillermo Lagos