Cuaresma 2012. Lunes de la 4ª Semana de Cuaresma
Hoy es la fiesta de San José, santo patrón de los trabajadores porque él era (aparentemente) un carpintero y un gran actor de reparto en la historia. Al ego le gusta vivir en un mundo de fantasía o (si no es lo suficientemente fuerte para vivirlo) fantasear acerca de vivirlo, todo lo que importa es el Oscar por el papel principal.
Los egos que tienen menos confianza, todavía pueden ser controlados por ilusiones de control y superioridad sin tener los medios o la audacia de mostrarlos. Lo que importa no es tanto el nivel de la fama o la aprobación, del cual cada ego, débil o fuerte, se alimenta, sino el trabajo actual que se hace. ¿Hacemos algo solo para que nuestro ego nos sobreviva?
Al final el premio va para aquellos que hicieron algo con las oportunidades que se presentaron y no malgastaron sus vidas en sueños irreales y en estruendos de corta duración o se apoderaron de recursos ajenos. Las palabras y las ideas pueden ser fuerzas poderosas pero al final lo que importa es la acción, no las palabras.
Si entendemos que los tiempos de la meditación son tiempos de pura acción, eso nos ayudará a calibrar todos los aspectos de nuestra vida y a mantener el pulso de una realidad estable. Ese momento en la vida cuando vemos que la naturaleza del trabajo interior es el verdadero centro de nuestra narrativa de vida, ese momento crucial, la conversión, puede venirnos como una llamada de alerta en una edad adulta o podemos tener la gracia de recibirla bien temprano en la vida. Es el momento en el cual nos damos cuenta que hay otro nivel, otro piso en la casa donde habita nuestro ego. Lentamente lo vamos sintiendo más grande que el resto de la casa – lo cual se siente extraño al principio y luego estimulante.
La carpintería de nuestra vida (nuestro desarrollo) continúa igual pero su significado sobresale. Lo que importa, cuando el espíritu se ha despertado, no es quien lleva el Oscar, sino si estamos haciendo lo que estamos llamados a ser.
Es una gran gracia entender por qué nuestra meditación diaria es el principal trabajo de nuestra vida.
Laurence Freeman OSB
Traducción de Mónica Thompson