25 de agosto 2019
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De Laurence Freeman: Dearest Friends, Enero 1997 Boletín Internacional de WCCM
(L)a meditación trata de vivir el momento de Cristo como lo entendió tan profundamente John Main. No se trata de pensar sobre como fue Cristo o como será cuando venga nuevamente sino acerca de estar con él y ser transformado en su ser. No es un momento histórico estático, sino un fluir, un florecer y un desenvolvimiento del misterio del Ser mismo… Al aprender a meditar entendemos como deberíamos decir el mantra y la forma en que decimos el mantra denota nuestra forma de ser, nuestra forma de amar y la forma en que amamos día con día.
Debemos decir el mantra sin impaciencia, sin fuerza ni cualquier intención de violencia. El propósito del mantra no es bloquear nuestros pensamientos. No es un dispositivo de interferencia. Si nos atacan pensamientos mientras meditamos volteamos la otra mejilla. Al decir el mantra suavemente aprendemos de Él, quien es gentil y humilde de corazón…
Nuestras vidas serán, día a día, el comentario sobre nuestra oración. Nuestra oración ya no consistirá en un comentario sin fin de nuestras vidas. Nosotros mismos nos convertiremos permanentemente en oración…
Después de la meditación, Halfz, “With that Moon Language” in LOVE POEMS FROM GOD: Sacred Voices from the East and West, ed. Daniel Landinsky (New York: Penguin Compass, 2002), pág. 175
CON ESE LENGUAJE DE LUNA
Admite algo:
todos a quienes ves, les dices, “Ámame”.
Por supuesto no haces esto en voz alta, de otra forma
alguien llamaría a la policía.
Sin embargo, piensa acerca de esto, esta gran atracción para conectar.
¿Porqué no convertirnos en aquel que vive con una
Luna llena en cada ojo que está
siempre diciendo,
con este dulce lenguaje de Luna,
lo que todos los otros ojos en
este mundo está
muriendo
por oír?
Selección: Carla Cooper
Traducción: Guillermo Lagos