26 de abril 2020

                                                Photo by Michael Niessl on Unsplash

Un fragmento de John Main OSB, “Stability” en The Hunger for Depth and Meaning, ed Peter Ng (Singapore: Medio Media, 2007), págs. 151


Vivimos en un mundo que hace grandes demandas de la mayoría de nosotros. [S]tres y tensión causan estragos en muchas personas… En [su] Regla, San Benito ofrece estabilidad como uno de los objetivos principales [de la vida]. Para ser estables necesitamos tener confianza en nosotros mismos. Necesitamos estar seguros, confiados, que no seremos arrasados por los primeros vientos que surjan. […]

La meditación es un camino a la estabilidad, la estabilidad que es la realidad de nuestro propio ser.  Decir el mantra es como soltar el ancla, anclándote en las profundidades de tu propio ser. […][E]stabilidad real para cada uno de nosotros puede venir solo cuando estamos firmemente anclados en Dios. El descubrimiento extraordinario que hacemos es que una vez que estamos anclados en nuestro verdadero ser, estamos anclados en Dios. [A]l mismo tiempo, descubrimos nuestra propia fragilidad; fácilmente podemos ser sacudidos por las tormentas de la vida. Pero al mismo tiempo descubrimos nuestro potencial extraordinario: ser uno con la energía de Dios, con el poder de expandir nuestras vidas nosotros mismos, hacia la generosidad, hacia el amor, hacia la vida, hacia la vida eterna, que es decir vida ilimitada.

 

Después de la meditación: “blessing the boats” por Lucille Clifton en POETRY OF PRESENCE, ed. Phyllis Cole-Day and Ruby Wilson (West Hartford: Grayson, 2017), págs. 198.

Bendiciendo los Barcos

(en Santa María)

que la marea
que está entrando aún ahora
en la orilla de nuestro entendimiento
te lleve más allá de la cara de miedo
que puedas besar
el viento y después voltearte
con certeza que te 
amará también 
que abras tus ojos al agua
agua que siempre se agita
y que tú en tu inocencia
navegues a través de esto a eso.

 

Selección: Carla Cooper

Traducción: Guillermo Lagos