Viernes después del miércoles de ceniza 2013
El segundo tipo de práctica diaria para Cuaresma es reducir algo o renunciar a ello.
La meditación es – como sugiere su nombre - un camino intermedio entre los extremos. El Buda probó maneras extremas para alcanzar la iluminación y fracasó. San Benito inspiró un estilo de vida que se puede describir como moderación en todas las cosas excepto en la moderación. El Tao por definición es un camino intermedio. Este es “el camino angosto que nos lleva a la vida” del que Jesús nos habló.
Lo opuesto de la moderación es la adicción. No sorprende que en el mundo en que vivimos, destruyendo nuestro ambiente para mejorar nuestro estándar de vida, se vea un incremento en el abismo entre ricos y pobres y en las adicciones y las enfermedades mentales aún en las partes más prósperas de la sociedad.
El punto de catástrofe se da cuando las fuerzas involucradas en cualquier situación ya no pueden mantener las cosas en equilibrio. Para evitar el potencial caótico de este momento podemos decidir actuar sobre el punto de desequilibrio. Esto es el significado literal de ‘arrepentirse’ (metanoia, cambiar la mente) – cambiar voluntariamente de dirección antes de caernos al precipicio.
Meditar es tomar esa decisión y empezar a restaurar un equilibro sano y dinámico a la vida. Si nuestra práctica es seria, pronto veremos los efectos en nuestra mente y en nuestros patrones de comportamiento. Para adelantar este proceso durante cuaresma sería bueno identificar alguna área de consumismo o indulgencia que se vería beneficiada por una reducción e incluso por la abstinencia temporaria. Esto envía una señal a nuestra psique y fortalece la virtud del autocontrol.
“El hábito hace al hombre” es el lema de mi antigua Universidad de Oxford. Si miramos nuestros hábitos - mentales o físicos – probablemente veremos dónde podemos introducir el cambio. Comida, bebida, internet, maneras cotidianas de desperdiciar el tiempo o de hacer daño a nosotros mismos o a otros. Un pequeño cambio en este sentido nos puede llevar lejos.