Sábado de la 1ª semana de Cuaresma 2013
Los científicos más grandes de nuestro tiempo no son materialistas. Observan el universo en términos de su red de relaciones, los espacios entre los objetos que son asimismo campos de energía que se conectan - y como nueva manera de imaginar un nuevo entendimiento de lo humano, lo cósmico y lo divino.
Como el arte, la mayor ciencia es visionaria y utiliza modelos nuevos de realidad para explorar quiénes somos y dónde estamos. Todo lo que sabemos del mundo de esta manera, es por metáforas. El gran Santo Tomás de Aquino dijo que solo podemos hablar de Dios por analogía. Jesús usa la sorprendente metáfora de un padre - ‘mi padre y tu padre’ – expresado en la expresión íntima de abba para indicar una relación con el último misterio ‘que habita en una luz inalcanzable’. No deberíamos dejarnos distraer por el aspecto de género de la metáfora o por nuestras propias experiencias psicológicas de un padre.
Eileen O’Hea le preguntó en una ocasión al Dalai Lama ‘si pudieras encontrarte con Jesús ¿qué te gustaría preguntarle?’ El respondió inmediatamente ‘¿Cuál es la naturaleza del Padre?
Para entender el proceso liberador y revelador de estas grandes imágenes e ideas - de la ciencia y la religión, y con mayor frecuencia ahora, de su combinación - necesitamos espacio mental. Este espacio es el lugar donde entendemos la metáfora sin ser seducidos por la idolatría o sin tomarla literalmente. Para los fundamentalistas, nada es más aterrador que este lugar. Suelen llamarlo ‘poner la mente en blanco para que el diablo se introduzca’.
El entendimiento cristiano de este espacio es el de la ‘pobreza de espíritu’ – un estado de mente y corazón en que estamos abiertos al misterio y no aferrados a nada que podamos llamar nuestro o que tengamos algún apego posesivo o emocional. No invadimos y colonizamos la tierra de la verdad. Nos introducimos en ella; de hecho, ella nos conduce de la mano.
Cuaresma es el tiempo para re-crear este espacio, tirar fuera nuestro amontonamiento de posesiones e ídolos. La Meditación es la disciplina que hace de esto una experiencia más bien que una idea.
Traducido por Enrique Lavin