Sábado de la 3ª semana de Cuaresma 2013

Un jardinero sin experiencia, en esta época del año en el hemisferio norte, lucha contra la poda de las ramas y setos que están empezando a brotar. Cortar las ramas parecería una ofensa contra el proceso vital que está renaciendo en su nuevo ciclo; y existe el temor de atrofiar su crecimiento para la nueva estación.

Hace falta un mentor con más experiencia para comenzar con los cortes que sean convenientes para uno; y luego, teniéndole confianza, uno toma parte en la tarea. Jesús gustaba de usar imágenes de crecimiento y expansión del mundo natural para ilustrar sus enseñanzas, pero también habló de la necesidad de la poda de las ramas de la vida.

 

Es difícil hacernos esto a nosotros mismos porque comprensiblemente buscamos la expansión y el enriquecimiento. Esperamos conseguir frutos de la meditación apenas comenzamos. Cuando al principio sentimos un descenso en vez de una liberación y una quietud profunda antes que un poderoso despegue, nos rebelamos contra la naturaleza y tratamos de tomar el control de nuevo.

Pero pronto, sin embargo, la gracia que obra en la naturaleza se hace sentir como una sutil energía de esperanza y visión. En nuestra visión periférica comenzamos a ver que un proceso transformador de hecho, una corriente subterránea - algo nuevo - está comenzando a ser. Luego el cuchillo que poda se convierte en amigo y el mantra se hunde en la rica tierra del corazón.

Traducido por Marta Geymayr
 

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