7 de abril 2013

Extracto del capítulo “Space to be” del libro MOMENT OF CHRIST (Nueva York: Continuum, 1998) pág. 92-93.

Para conocernos y comprendernos, y vernos a nosotros y a nuestros problemas en perspectiva, simplemente debemos hacer contacto con nuestro espíritu. Todo autoconocimiento despierta entendiéndonos a nosotros mismos como seres espirituales, y es sólo en contacto con el Espíritu Santo Universal que podemos darnos la profundidad y el aliento para comprenderlo…  el camino a esto no es difícil. Es muy simple. Pero requiere de un serio compromiso.

El camino de la meditación es muy simple. Lo que cada uno de nosotros tiene que hacer es aquietarse todo lo posible tanto en cuerpo como en espíritu…  aprender a meditar es aprender a dejar ir tus pensamientos, ideas e imaginación y descansar en la profundidad de tu ser. Siempre recuerda eso. No pienses, ni uses ninguna palabra fuera de tu propia palabra, no imagines nada. Solo siente cómo resuena, repite la palabra en la profundidad de tu espíritu y escúchala. Concéntrate en ella con toda tu atención.

¿Por qué es esto tan poderoso? Básicamente, porque da el espacio necesario que nuestro espíritu precisa para respirar, existir. Nos da a cada uno de nosotros el espacio para ser nosotros mismos. Cuando estás meditando no necesitas disculparte por ti mismo, ni necesitas justificarte. Todo lo que precisas hacer es ser tú mismo, aceptar de las manos de Dios el regalo de tu propio ser. Y en esa aceptación de ti mismo y de tu creación, entras en armonía con el Creador… el Espíritu de Dios.

 

Para después de la meditación: un extracto de Rumi, del libro THE SOUL OF RUMI, capítulo “Sheik Sarrazo Comes in  from the Wilderness”, Coleman Barks (Nueva Cork: HarperCollins, 2001) Pág. 247-248.

Hay un alimento como el pan

que nutre una parte

de nuestra vida y un alimento como luz, para otra.

Hay muchas reglas sobre moderación con el formador, pero solo una regla para éste último, nunca estar satisfechos. Come y bebe la sustancia de la vida, como una mecha lo hace cuando se empapa con el aceite que absorbe. Da luz a la empresa.