20 de octubre 2013


 
Un extracto de John Main OSB, “Religious Love,” THE WAY OF UNKNOWING (New York: Crossroad, 1990), pp. 115-116.
 
Uno de los mayores problemas actuales a los que se enfrenta el cristianismo es que mucha de la teología se preocupa de pensamientos sobre Dios que no tienen nada que ver con la experiencia.
Estos pensamientos están de hecho separados de la experiencia…divorciados de la experiencia de el por un rechazo del valor del conocimiento espiritual. El problema no es abolir la teología, sino infundirle experiencia espiritual de modo de hacerla de nuevo una teología viva que esta generada por más que solo la función de reflexiones sobre otras reflexiones. La verdadera teología surge, también, por algo más que reflexionar sobre la experiencia que otras personas tienen sobre Dios.
El cristianismo moderno necesita de una fuerte teología contemplativa, que pueda interesar a la mente con las ideas, problemas y movimientos de la consciencia moderna. Debe ser más que platicas reprocesadas sobre Dios, posturas humanas frente al Infinito. Debe ser Dios hablando en y a través de la experiencia humana, basada en la oración…
Al abrir nuestros corazones al amor al más profundo y silencioso nivel de nuestro ser, no estamos reprimiendo el conocimiento humano o rechazando los valores o relaciones humanas. Al contrario, todo esto se ve fortalecido; lo vemos bajo una luz nueva, en una luz que trasciende, vemos una nueva luz en ello. Lo extraordinario del mensaje cristiano es que esta luz es nada menos que la luz de Cristo, la luz que es Cristo. Ese llamado a entrar en esta luz es para que cada uno de nosotros lo sepa desde nuestra propia experiencia…que la luz de Cristo brilla en nuestro corazón y que la primera ocupación de nuestra vida es estar abiertos a esa luz, bañados en esa luz, ser seres completos en esa luz y ver alumbrados por esa luz.
 
La meditacion es nuestro viaje a esa luz. Para llegar a ella debemos aprender a ser humildes, pacientes y fieles. Al volver con fidelidad a la meditacion cada mañana y cada tarde iremos aprendiendo esto. Repetir el mantra de principio a fin nos hace aprender humildad. Por la gracia de Dios aprenderemos de nuestra propia capacidad de amar así como aprendemos de la luz que brilla para nosotros. Aprenderemos que la unión, la unicidad, es para nosotros. Y aprenderemos que en la unión somos uno con el todo. La meditacion es tan importante porque nos conduce a nuestro lugar en el plan divino, que es estar enraizados y fundados en Cristo. Encontramos a Cristo en nuestro corazón y luego nos encontramos en él y con él, en toda la creación.
 
 
Después de la meditación: Diane Ackerman, "School Prayer" in I PRAISE MY DESTROYER (New York: Vintage, 2000, Kindle edition), p.3.
 
Plegaria Escolar
 
En el nombre del romper del dia
Y de los párpados de la mañana
Y la luna que se pasea
Y de la noche que se va
 
Juro que no deshonrare
Mi alma con odio
Al contrario, me ofreceré humildemente
como guardia de la naturaleza,
sanador del misterio,
mensajero del asombro,
arquitecto de la paz.
 
En nombre del sol y sus espejos
Y del dia que lo abraza
Y los velos de nubes recorridos sobre él,
Y la moche extrema
Y el macho y la hembra
Y las plantas llenas de semillas
Y las estaciones coronadas
De luciérnagas y manzanas
Honraré toda la vida
Como quiera y como sea la forma
En que viven – en la Tierra, mi casa 
y en las mansiones de las estrellas.
 
Traducción de Enrique Lavin