9 de febrero 2014
Una selección de Laurence Freeman OSB, "Dearest Friends," WCCM International Newsletter, Enero 1997.
Ser conscientes de…la encarnación es contemplación y permanecer conscientes de ello requiere del trabajo de la meditación, [….] Sin este continuo trabajo de oración, de ser regresados a la realidad, demasiadas veces perdemos el regalo del momento…Estamos pensando en lo que hemos perdido o lo que esperamos suceda mañana. Por esto es que la meditación se trata de vivir en el momento de Cristo tal como John Main entendió tan profundamente…esto no es un momento histórico estático, sino un florecimiento que fluye y se desenvuelve desde el misterio mismo del ser…
Practicar la meditación es el único camino de aprender lo que la meditación significa y cómo lo que significa es mucho más que lo que puede parecer a aquellos que quieren beneficios a corto plazo y mucho, mucho más que los que piensan que al meditar hacen que pase alguna cosa.
Al aprender a meditar entendemos como deberíamos decir el mantra y la manera como lo decimos es bastante la forma que somos y la forma en que amamos día a día.
Debemos decir el mantra sin ser impacientes, sin fuerza o violencia. El propósito del mantra no es de bloquear los pensamientos. No es un aparato bloqueador. Si los pensamientos nos atacan al meditar, pongamos la otra mejilla. Al decir el mantra con amor aprendemos de Aquel que es amable y humilde de corazón…Nuestras vidas irán, día a día, volviéndose el comentario sobre nuestra oración. Nuestra oración no será más un continuo parloteo sobre nuestras vidas. Nosotros mismos nos habremos vuelto oración permanente, que es el objetivo del modo de ser cristiano.
Después de la meditación: Denise Levertov, “The Avowal” – La Manifestación -THE STREAM & THE SAPPHIRE: Poemas Selectos sobre Temas Religiosos. New York: New Directions, 1997, p. 6.
Así como el nadador se atreve
A flotar con la cara hacia el cielo
Y el agua le soporta,
Asó como los halcones descansan en el aire
Y el aire los soporta,
Así me gustaría caer libre, y flotar
Dentro del profundo abrazo
Del Espíritu Creador,
Sabiendo que ningún esfuerzo gana
Esa gracia que todo rodea.
Traducción Enrique Lavin