Sábado de la 1er. semana de cuaresma, 15 de marzo 2014

La forma en que surge el conocimiento espiritual es la sencillez radical. Juliana de Norwich dice que la oración “es una condición de sencillez total que demanda no menos que todo”. Esto es lo que la hace interesante y real. La sencillez que no nos cuesta todo es falsa, un encubrimiento con vendas de complejidad que permanecen sin resolución. La sencillez es simple, aunque no fácil. La vemos realmente, por ejemplo, en los niños. Su falta de duplicidad es a la vez su fuerza y su debilidad. Después de algunos años de grandes complicaciones tal vez sintamos que estamos demasiado viejos, demasiado comprometidos, demasiado golpeados por la vida, como para poder lograr esa sencillez otra vez - excepto tal vez en nuestro lecho de muerte. Pero se ha vuelto innegable la necesidad de recuperar la sencillez en esta vida. El camino empieza con el simple hecho de poner atención. El primer paso en el viaje de la meditación es poner atención al mantra, descubrir sorprendentemente lo desafiante que es, y  sin rendirse, simplemente empezar otra vez. 

Traducido por Guillermo Lagos.

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