16 de marzo 2014
De John Main OSB, “The Silence of Love,” WORD MADE FLESH (Norwich: Canterbury, 2009), pp. 29-30.
El lenguaje es tan pobre que no puede explicar la totalidad del misterio. Por eso el silencio absoluto de la meditación es tan supremamente importante. No tratamos de pensar sobre Dios, hablar con Dios o imaginar a Dios. Nos mantenemos en ese impresionante silencio abiertos al silencio eterno de Dios. Descubrimos en la meditación, a través de la práctica y aprendiendo diariamente de la experiencia, que este es el ambiente natural para todos nosotros. Estamos creados para esto y nuestro ser florece y se expande en ese silencio eterno.
La palabra ‘silencio’, sin embargo, falsifica la experiencia y posiblemente desanima a algunos pues sugiere una experiencia negativa, el suprimir los sonidos o el lenguaje. La gente teme que el silencio de la meditación sea regresivo. Pero la experiencia y la tradición nos enseñan que el silencio de la oración no es el estado pre-lingüístico sino el post-lingüístico, en el que el lenguaje ha completado el trabajo de dirigirnos a través y más allá de si mismo hacia el dominio completo de la consciencia mental.
Al silencio eterno no se le quita nada ni nos quita nada. Es el silencio de amor, de la incondicional y sin calificación aceptación. Descansamos ahí con Dios que nos invita a estar ahí, que ama que estemos ahí y que nos ha creado para estar ahí.
Después de la meditación: “Silence,” poema de The Rev. Winston Breeden Charles, Ph.D., The Shalem Institute for Spiritual Formation, Washington DC
Silencio
Silencio es el abrazo de Dios
Silencio es la plenitud desde donde la creación fue hablada
Silencio es la rama de donde cuelgan los Nocturnos de Chopin
Balanceándose en el aliento de Dios
Silencio es la red que nos detiene si caemos
Silencio son las manos que siempre- tan-gentilmente
Detienen nuestro yo autentico
Que espera ser descubierto de nuevo
Silencio es la profunda conexión entre amigos y amantes,
extraños y enemigos
Silencio es la obscuridad a donde tememos ir por su gran alegría
Silencio es la profunda y rica tierra donde crece el cerezo
Silencio es el vacío que acurruca todo
Silencio es la invitación a morir que lleva a vivir
Silencio es el abrazo de Dios
NOTA ESPECIAL:
Buscamos sugerencias para las lecturas después de la meditacion. Favor de enviarlas a meditacion.cristiana.grupos@gmail.com
Traducción de Enrique Lavin
Categorías: