Lunes de la 3er. semana de cuaresma, 24 de marzo 2014

 

El gran maestro budista Shantideva pregunta en una de sus enseñanzas ¿cuál es el significado de cuidar el cuerpo? La respuesta es simple ' es dejar de lado todo lo que es dañino'. En la Cuaresma aplicamos el cuidado y la sabiduría del cariño a nosotros mismos en menor o mayor grado,  entrenamos los sentidos con la fuerza de la moderación o tratamos de romper los malos hábitos. Esto no es con la intención de infligirnos dolor o incomodidad, sino para que nuestra dimensión física se afine como el instrumento que intentamos ser. Este buen desempeño  se puede esperar aun de un instrumento dañado pero que se mantiene de la mejor forma posible. También significa que el cuerpo - y el ego que está fuertemente asociado con él - puede convertirse en medio de auto-trascendencia y auto-entrega. En la narrativa de la Pasión se describe a Jesús entregando su cuerpo por otros. Un altísimo nivel de armonía y entrega personal es necesario para lograr eso. Normalmente nosotros nos entregamos por un corto tiempo bajo condiciones limitadas. Pero estar por completo a disposición es más que eso. Guardar el cuerpo es intentar hacer del cuerpo un vehículo completo del regalo de nuestro ser.

 

Laurence Freeman, OSB

Traducción: Marta Geymayr

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