Miércoles de la 3er. semana de cuaresma, 26 de marzo 2014
Uno de los más bellos poemas en el lenguaje inglés pertenece a George Herbert, y se llama La Flor (se baja gratis en Google). El describe su propio patrón de tiempo interior en comparación al tiempo atmosférico inglés - con un enorme alivio, que es la energía del poema - en contraposición con la experiencia de Dios, que transforma lo siempre cambiante en la continua irradiación del amor. Sacudiéndonos en las olas de nuestras emociones - el sube y baja de esperanzas fallidas y expectativas logradas : "matando y acelerando, bajando a lo profundo del infierno y a lo alto del cielo en una hora" pero existe también el momento de perfecto equilibrio que sostiene la verdad en cada extremo.
El mayor testimonio que podemos dar a otros de nuestra experiencia de la verdad, lleva consigo desde la agonía al éxtasis, pero también un entrever lo que trasciende y une a ambos. El centro de gravedad que cada meditación equilibra.
Laurence Freeman OSB
Traducción: Marta Geymayr