25 de mayo 2014
Un extracto de John Main OSB, “Kissing the Joy as it Flies,” THE HEART OF CREATION (New York: Continuum, 1998), pp. 74-75.
El desapego no es disociación de nosotros mismos o evadir nuestros problemas o responsabilidades. No es una negación de la amistad o el afecto, o aun de la pasión. El desapego, es en esencia, desapego de la auto preocupación, de ese constructo mental que hacemos inconscientemente y que nos coloca en el centro de la creación…el desapego permite la posibilidad del amor porque el amor es posible solamente si estamos desapegados de la auto preocupación, si nos hemos salido del auto aislamiento, si nos hemos liberado de la auto indulgencia…del usar de los otros para nuestra conveniencia.
Pero sobre todo, y esto es la lección importante que debemos aprender en la meditación, el desapego es liberación de la ansiedad que tenemos acerca de nuestra propia supervivencia. La vida nos enseña que amar es en esencia, perdernos a nosotros mismos en la realidad más grande del otro, de los otros, y de Dios. El desapego del egocentrismo nos libera para amar de forma que no estemos dominados más por la cuestión animal por sobrevivir. El desapego requiere de una confianza humana completa, confianza en el otro, tanto en las otras personas como en Dios. Requiere la voluntad de dejar ir, de dejar de tratar de controlar y de la fuerza para ser.
Al meditar, al aprender a decir el mantra, aprendemos a confiar, aprendemos a ser. De hecho, la alegría de la meditacion es que es una celebración del ser, una celebración de alegría pura al recibir tu vida como un regalo y hacer lo que Blake llamaba besar la alegría “conforme se va”. Orar no es poseer, ni controlar, sino una celebración de ser. Llegamos a esta celebración porque la meditación nos dirige a estar en el centro, a ese punto fijo. En cada persona hay un punto fijo que soy yo y solamente yo. Lo que aprendemos en la meditacion es que hay solamente un centro, que es el centro de todos los centros.
Esto es a lo que llegamos en la meditación, desde nuestra propia experiencia, de la profunda unidad del ser, la unidad en nosotros y la unidad en que tenemos nuestro ser. El compromiso en la meditación es estar desapegado de la pre-ocupación auto consciente, a través de la fidelidad al mantra y la practica dos veces al dia de nuestra disciplina de desapego. Los tiempos de nuestra meditación, entonces, se vuelven progresivamente más simples, más gustosos y alegres, más centrados. Y nuestras vidas, que se ven profundamente cambiadas a través de la meditacion, revelan desde nuestra propia experiencia lo que significa decir “Dios es amor.”
Después de la meditación: from T.S. Eliot, “East Coker,” FOUR QUARTETS (New York: Harcourt, Brace, 1971), pp. 31-32.
Conforme crecemos
El mundo se vuelve más extraño, los patrones más complicados
De muertos y vivos. No es momento intenso y aislado
Sin antes o después, sino toda una vida que se quema en todo momento
Y no la vida de un hombre solamente
Sino la de piedras que no se pueden descifrar…
Los hombres viejos deberían ser exploradores
Aquí y allá no importa
Tenemos que estar quietos y siempre movernos
En otra intensidad
Para una unión más allá, una comunión mas profunda…
Traducido por Enrique Lavín
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