2º domingo de Cuaresma 2015. 1 de marzo

Marcos 9:2-10: Jesús los llevó a lo alto de un monte, aparte de los demás; y ahí frente a ellos se transfiguró

 

El gran y difícil novelista Henry James fue llevado una vez  a un espectáculo de Punch y Judy[1] por algunos amigos traviesos. Ellos se quedaron sorprendidos de verlo completamente absorto en esta forma de teatro tan simple. Después de la función él estaba muy callado hasta que le preguntaron qué le había parecido el show. “Qué maravillosa economía de medios”, contestó y añadió melancólicamente “Qué economía de fines”.

Podrías decir lo mismo del Evangelio y todas sus historias, como la de hoy que nos cuenta cómo Jesús se transfiguró en luz frente a aquellos pocos discípulos cercanos que llevó con él a la montaña.  El relato es muy sobrio (una economía de medios) y su significado es tan sencillo que desafía una explicación fácil (una economía de fines). Cuando el Dalai Lama comentó sobre esto no hizo una descripción metafórica sino que habló sobre ella como un ejemplo de lo que el pensamiento tibetano llama el cuerpo o arcoiris sutil.

La verdad generalmente tiene esta economía. Cuanto más nos desviamos de la verdad más analizamos, complicamos y definimos. Generalmente hablamos demasiado sobre cosas que no entendemos y mucho menos sobre las cosas cuya verdad realmente sentimos. Es por esto que la meditación es tan económica, quitando el desperdicio de los pensamientos y las palabras en el trabajo  del silencio, y va directamente al sencillo final.

En la historia de la transfiguración Pedro (típicamente) se equivoca  al hablar sin entender lo que está diciendo porque “ellos tenían muchísimo miedo”. ¿Por qué será que la verdad – y la sencillez que es el medio de la verdad - nos asustan tanto? ¿Por qué el silencio (dejar ir los pensamientos) es tan desafiante? ¿Por qué es tan difícil repetir el mantra fielmente? ¿Por qué las disciplinas de la Cuaresma que acabamos de iniciar hace poco con frecuencia nos parecen demasiado?

¿Es porque encontramos demasiado simple el armonizar los medios y los fines en una forma que nos lleve al presente en una gloria radiante? 

Traducción: Guillermo Lagos

 

[1] Punch & Judy es un espectáculo anárquico, entrañable y, sobre todo, muy divertido, lleno de cómica crueldad y sarcasmo. Una parodia de nuestras propias contradicciones y flaquezas que arranca de lo más hondo de nuestro ser una sonrisa. Es un espectáculo de títeres que refleja la cultura tradicional inglesa.

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