Jueves de la 2ª semana de cuaresma 2015. 5 de marzo

Lucas: 16:19-31: Entre ustedes y nosotros existe un gran abismo

Vivimos continuamente con este abismo entre los que tienen y los que no tienen, los sanos y los enfermos, los inteligentes y los tontos, los guapos y los feos, los delgados y los gordos, los suertudos y los maldecidos. Esto es los que queremos decir por el “mundo”. Jesús dijo “Siempre tendrás a los pobres contigo”.

Siempre nos quedaremos cortos de la justicia perfecta porque la vida misma no es justa y generalmente sobrevive el más fuerte.  La pregunta es qué tan grande y profundo podemos permitir que sea este abismo.  Mientras más grande, más irreales nos volvemos; mientras más profundo, más doloroso es el abismo.

La parábola del día de hoy  trata del hombre rico (anónimo) y del hombre pobre (Lázaro). Cuando ambos mueren, el hombre rico paga por su falta de compasión yendo a un lugar de tormento mientras que Lázaro es llevado por ángeles  al regazo de Abraham. Esto parece una forma de justicia muy sencilla, sin embargo la sabiduría del evangelio nunca es simple.  Lázaro no habla. Abraham es su vocero. El hombre rico, sin embargo, habla. Primero, chilla suplicando por alivio como una de las almas de Dante en el infierno. Abraham dice que el abismo es ahora tan grande como para poder atravesarlo. Si no trabajamos ahora en hacer más angosta la brecha entre los ricos y los pobres, este abismo crecerá en forma exponencial y estaremos irreparablemente divididos.

En la sabiduría del evangelio el final siempre es un principio. El hombre rico le pide a Abraham que advierta a su familia acerca del destino de sufrimiento que les espera también a ellos si no cambian.  He aquí un cambio de parecer en la dureza de corazón. Cierto que solo se está preocupando por su propia familia hasta ahí, pero aun así es el principio de la compasión, de una preocupación activa por las necesidades de los otros. Cuando el resorte de la compasión se suelta, el abismo humano, el ego, el yo aislado, se reconecta. En la reconexión (significado literal de la  palabra “religión”) la gran sanación ocurre.

Traducción: Guillermo Lagos

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