22 de marzo 2015

PHOTO: LAURENCE FREEMAN

De John Main OSB, “Todo lo que Tienes que Hacer es Empezar”, LA PALABRA HECHA CARNE  (Norwich: Canterbury, 2009) págs. 52-54

Muchos de nosotros pasamos mucho tiempo en….conversaciones vanas porque estamos tan atemorizados y nos sentimos socialmente torpes en los momentos de silencio cuando estamos reunidos con otros. Tememos el silencio cuando estamos solos también y con frecuencia vivimos con un constante ruido de trasfondo de programas de radio o música ambiental.

En la meditación cruzamos la frontera del ruido de trasfondo al silencio. Esto es vital para nosotros porque el silencio es necesario para que el espíritu humano pueda prosperar y ser creativo. El silencio libera una respuesta creativa a la vida, al entorno y a nuestros amigos porque da al espíritu espacio para respirar, espacio para ser. En el silencio no tenemos que justificarnos ante nadie, disculparnos o impresionar a nadie. Solo ser.

Es una maravillosa experiencia de libertad. En el silencio  no estas desempañando un papel o cumpliendo las expectativas  de alguien. Tu solo estas ahí, realizando tu ser, abierto a la realidad. Entonces, en la visión Cristiana, te encuentras emocionado por el descubrimiento de que la realidad en la cual se encuentra nuestro ser es amor. En silencio sabemos que nuestro espíritu se está expandiendo hacia el amor (….)

Conforme empiezas a decir tu mantra te das cuenta que estás en el umbral del silencio. Este es un momento crítico para la mayoría de la gente, dejar atrás el mundo familiar de palabras, sonidos, pensamientos e imágenes. No sabes que va a suceder al cruzar hacia el silencio. Es por esto que es tan importante aprender a meditar en una tradición y en un grupo que recibe, pasa y personifica esta tradición. Para nosotros en una tradición que dice “no temas”. Jesús es el corazón de una tradición que ve el propósito de la meditación como estar en la presencia del amor, el amor que expulsa todo temor.

Podría utilizar todas las palabras del vocabulario para decirte todo acerca del silencio eterno de Dios que habita en la parta más íntima de nuestro ser, el silencio de la creación pura. Te podría decir que tan importante es el silencio porque en el escuchas tu nombre dicho de forma clara e inequívoca por primera vez. Llegas a saber quién eres. Sin embargo todas estas palabras fracasarían en transmitir la experiencia misma—una experiencia de libertad no consciente de sí misma en la presencia creativa de Dios.  

Después de la meditación: Anonymous II, en THE SYRIAC FATHERS ON PRAYER, ed. Sebastian Brock (Kalamazoo, MI: Cistercian Publications, 1987) pág. 184

Concédeme Señor,..… que mi mente pueda conversar con la grandeza de tu gracia---no por los medios de….la voz del cuerpo o….la lengua de la carne, sino concédeme aquello que te alaba en silencio, tú el Silencioso quién es alabado en absoluto silencio.
Concédeme Señor…una mente llena de amor por ti… una inteligencia llena de perspectiva de ti, y un corazón puro desde el cual tu luz…brille. 

Traducción Guillermo Lagos