24 de mayo 2015
Un extracto de John Main OSB, “Del aislamiento al amor”, “EL CAMINO DEL NO SABER” (New York: Crossroads, 1990) págs. 44-46
Meditamos porque sabemos con toda certeza que debemos pasar a través y más allá de nuestra esterilidad. Debemos trascender la esterilidad de un sistema cerrado, de una mente puramente introspectiva. Sabemos, con una mayor claridad, que debemos pasar del aislamiento al amor… Mientras más profundo sea el grado en que nos volteamos hacia nosotros, más complejo será el grado en nos quedemos fijados en nuestra propia auto-consciencia. El resultado es similar a quedar atrapados en un cuarto lleno de espejos en donde confundimos la imagen con la realidad. Y rodo lo que tenemos son nuestras imágenes.
¿(Por qué) es la meditación tan diferente? ……(es porque) tenemos que hacer un acto de fe, un acto de abandono total. En otras palabras, nos comprometemos totalmente con la meditación, y con el mantra como una forma (de) dejar ir la auto-consciencia. Es en este punto que la esterilidad se transforma en pobreza---una pobreza que abrazamos totalmente—un estado de total sencillez, de total vulnerabilidad y total abandono en Dios. Y la auto-consciencia da lugar a la consciencia. Nos volvemos conscientes de aquello que está más allá de nuestro horizonte, de lo que es, de lo que Dios es: Que Dios es amor… Vemos todas las cosas bañadas por el amor infinito de Dios.
Después de la Meditación, “The Artist,” Stainley Kunitz (New York: Norton, 1995) pág. 3
Sus pinturas se volvieron más obscuras cada año
Llenaban las paredes, llenaban el cuarto:
Eventualmente llenaron su mundo---
Todo menos la violación.
Cuando las voces se disiparon, se apresuró a escuchar
El alma de Mozart rasguñada
Girando sin parar.
De un lado al otro, de acá para allá.
Caminando sobre el piso manchado de pintura,
Haciéndose más pequeño cada vuelta,
Atrapado en su vacío monumental,
Arengando en contra de sus adversarios.
Al fin tomó un cuchillo con la mano
Cortando una salida para sí mismo
Entre los marcos de su escenario.
A través de los hoyos de su universo harapiento
La primera inocencia y la luz entraron a borbotones.
Traducción Guillermo Lagos