Miércoles de Ceniza, 10 de febrero 2016
Este día muchos de nosotros tendrán cenizas - los restos quemados de las palmas del año pasado - untadas en nuestras frentes, al igual que muchas figuras bíblicas en tiempos de luto o de crisis 'se cubrían la cabeza con cenizas'.
Para los niños es una diversión sagrada, descubrir nuevos simbolismos y enriquecer el vocabulario de su vida espiritual. Para los cristianos de más edad es un ritual familiar que trae a casa un poco más fuertemente cada año el recordatorio de la mortalidad: 'Acuérdate, oh Humano, que eres polvo y al polvo volverás”. Para la mayoría de la gente en nuestro mundo secularizado es sólo otro remanente incomprensible de un mundo religioso arcaico.
De una forma u otra nos gusta marcar los tiempos y las estaciones especiales. Son, por supuesto, hechos por el ser humano. (La Cuaresma solamente comenzó a ser observada en el siglo cuarto). Pero si nuestro año es más que un paisaje llano de lunes a viernes, fines de semana, viajes de negocios y vacaciones, su bidimensionalidad pronto nos hace añorar el "algo más" que es nuestro cableado del sentido religioso.
Muchos de nosotros vivimos sin religión, pero no podemos escapar de este anhelo. Y una vez que se siente, busca expresión.
Así que disfruten de las cenizas. Recuerdo cuando los niños solíamos sentirnos orgullosos y especiales por mantener nuestras cenizas ostentosamente mostradas en la calle o el metro. Mirábamos a nuestro alrededor a otros con la misma marca, y nos sentíamos miembros de un club secreto o al menos exclusivo.
Habíamos oído las palabras de Jesús sobre el ayuno durante la celebración (con sólo una comida, también como parte de la exigencia del Miércoles de Ceniza): 'cuando ayunes, unge rápido tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no pueda ser visto por los demás, sino por tu Padre que está en lo secreto” (Mt 06:16). Como niños, sin embargo, aprender la religión jugando, hacía sentirse bien para hacer alarde de nuestro ascetismo. Nos hizo sentir diferentes y tal vez incluso un poco mejores.
La Cuaresma es una oportunidad cuyo sentido tenemos que reconocer para que pueda ser útil para nosotros. Obviamente esto no significa llamar la atención sobre nosotros mismos. Esto no significa dolor o dificultad auto-inducidos más que lo que pueda lastimarse un atleta en su entrenamiento.
La Cuaresma trata sobre la mejora de nuestra salud espiritual y la agilidad que se consigue a través de medidas de moderación, autocontrol y, con un poco de innovación, impulsar aún más el reino de la conciencia.
Si aún no has decidido qué hacer `por la Cuaresma', sin embargo, podrías considerar hacer una práctica triple: 1) renunciar o reducir algún tipo de consumo, ya sea de comida, bebida o adicción digital 2) hacer mejor tu práctica de meditación por la mañana y por la noche o agregar una más al mediodía 3) comprometerte a un mejor ritmo de vida y sustituir una distracción innecesaria (de las cuales la mayoría de nosotros tenemos varias) con una actividad creativa y refrescante, ya sea física, de lectura o musical.
Los secretos confidenciales de Jesús desafían nuestra cultura de auto-revelación (amenazada por nuestro culto a la privacidad y a las contraseñas). No se refiere al secreto, realmente, sino a la interioridad, respetando el hecho de que la mayor parte de los frutos de nuestra Cuaresma se sentirán desde dentro. Tal vez sea feliz y hasta divertido.
P. Laurence Freeman OSB
Traducción: Marina Müller