13 de marzo 2016

Extracto de Laurence Freeman, OSB, “Letter Twelve”, WEB OF SILENCE (London: DLT, 1996), págs. 140-141


La meditación es el camino de la fe y el amor. Al pasar por sus diferentes niveles aprendemos que la fe es más que creer…. Demasiado énfasis en la ortodoxia dogmática en realidad reduce la fe. La Fe es esencialmente el compromiso personal a una relación- así hablamos de matrimonios y amistades fieles. La fe solo se desarrolla a través del tiempo, sin embargo su crecimiento revela una unión de amor más fuerte que la muerte, el señor del tiempo.

Si la meditación cambia nuestra vida no es a través de la magia, sino fe. El mantra se vuelve el sacramento de la fe- un sacramento de relación y unión- Al aprender a ser fiel en las cosas pequeñas, como repetir el mantra, aprendemos a ser fiel en las relaciones de la vida. Es, dijo Jesús, un camino angosto, pero que se expande más allá del punto cero de dejarse ir hacia la expansión infinita del ser que estamos llamados a ser en Dios.

Después de la meditación: “Another Sara”, Anne Porter, LIVING THINGS: Collected Poems (Hanover: Zoland Books, 2006), pág. 166

 

OTRA SARA

para Christopher Smart

Cuando el invierno estaba a la mitad

Dios envió a tres ángeles al manzano

Quién le dijo a ella

Alégrate pequeño estante

vacío de palos,

porque has sido escogido.

En Mayo te convertirás

Una ola de viva dulzura

Una nación de pétalos blancos

Una dinastía de manzanas

 

Traducción: Guillermo Lagos