19 de junio 2016
Fragmento de John Man OSB, “Letting Go”, JOHN MAIN: ESSENTIAL WRTINGS, Modern Spiritual Masters Series (Maryknoll, NY: Orbis, 2002), pág. 127
Una de las cosas más difíciles de entender para los occidentales es que la meditación no es acerca de tratar de hacer que algo suceda. Sin embargo, todos estamos tan atados a la mentalidad de técnicas y producción que inevitablemente primero pensamos que estamos tratando de construir un evento, un acontecimiento… Sin embargo, lo primero que debemos entender es que la meditación no busca hacer que algo suceda. El objetivo fundamental de la meditación es exactamente lo contrario, sencillamente aprender a estar conscientes de lo que es… aprender directamente de la realidad que nos sostiene. (…) así que con frecuencia vivimos nuestra vida al cinco por ciento de nuestro potencial. Pero por supuesto no hay medida de nuestro potencial. La tradición Cristiana nos dice que es infinito. Si tan solo volteamos nuestra atención del ego al otro, la expansión de nuestro espíritu se vuelve ilimitada. Todo es sobre voltear por completo; lo que el Nuevo Testamento llama conversión. Todos estamos invitados a abrir el cerrojo de los grilletes, a ser liberados de ser prisioneros dentro de nuestros egos auto-limitantes.
Después de la meditación: “Finding a Teacher,” W.S. Merwin, MIGRATION: NEW AND SELECTED, POEMS (Port Townsend, WA: Copper Canyon Press, 2005), págs. 206-207
En el bosque me encontré a un amigo pescando
y le hice una pregunta
y él me dijo “Espera”
los peces estaban subiendo por la corriente profunda
pero su línea no se movía
sin embargo esperé
era una pregunta acerca del sol
acerca de mis dos ojos,
mis orejas, mi boca
mi corazón, la tierra con sus cuatro estaciones
mis pies, donde estaba parado,
a donde me dirigía
se resbaló entre mis manos
como si fuera agua
hacia el río
fluyó bajo los árboles
se hundió bajo los cascos muy lejos
y se fue sin mí
entonces donde estaba cayó la noche
No sabía más que preguntar
podía darme cuenta que su línea no tenía anzuelo
entendí que debía quedarme y comer con él.
Selección: Carla Cooper
Traducción: Guillermo Lagos