31 de julio 2016

Fragmento de John Main OSB, “The Hunger for Prayer”, THE COMMUNITY OF LOVE (New York: Continuum, 1999), págs. 13-15


La experiencia Cristiana… no es conceptual, ni tampoco es comunicada principalmente por la Iglesia en un nivel conceptual en el que “fácilmente podemos padecer la enfermedad de las discusiones y cuestiones inútiles” (1 Tim 6:4) La experiencia se describe mejor como una transformación de la conciencia, lo que San Pablo llamaba poseer la “mente de Cristo”. La comunicación es espiritual y directa… El peligro de la idolatría es la preferencia por lo mecánico y lo legalista: la preferencia, de hecho, por la repetición aburrida una y otra vez en lugar de una conversación dinámica. (…)

El gran anhelo de los corazones de mujeres y hombres en todo el mundo es por la experiencia de la adoración “en espíritu y en verdad.” Su deseo es encontrar el misterio del ser en los niveles más profundos, donde es sumamente personal. La búsqueda es por una experiencia auténtica de nosotros mismos como los seres creados, amados y redimidos por Dios. Sin lugar a dudas el anhelo de nuestro tiempo es por el Dios que está en el interior. (…)

El poder, el momento, la alegría acreditada y auténtica de la iglesia primitiva se derivó de esta experiencia de la inmanencia de Dios a la que llamamos la morada del Espíritu Santo. Esta fue una experiencia excitante de acuerdo a lo proclamado por los registros históricos. Sin embargo más que excitación o entusiasmo fue una experiencia profundamente personal para aquellos que estaban abiertos a ella…. La relevancia de este atestiguamiento de los primeros Cristianos es que no fue una experiencia mística o que rechace al mundo. Fue una experiencia de toda la creación interpenetrada con el amor salvador de Cristo.

 

Después de la meditación: Mary Oliver, “What Gorgeous Thing,” en BLUE HORSES (New York: Penguin, 2014), pág. 78

No sé qué cosa tan preciosa el

azulejo sigue diciendo,

su voz sale suavemente de su garganta,

pico, cuerpo hacia el aire rosado

de la mañana tempranera. Me gusta

cualquier cosa que sea. Algunas veces

parece la única cosa en el mundo,

es decir sin pensamientos oscuros.

Algunas veces parece la única cosa

en el mundo que no tiene

preguntas que no puedan y probablemente

nunca serán respondidas, la

única cosa que está completamente contenta

con la rosada, y después blanca

mañana y, lo dice agradecida.

 

Selección: Carla Cooper

Traducción: Guillermo Lagos