20 de marzo 2017
Un fragmento de John Main OSB, THE HEART OF CREATION: Meditation: a way of setting God free on the world (Norwich: Canterbury, 2007) pág. 10-11
La meditación y el constante regreso a ella, cada día de tu vida, es como abrir el camino hacia la realidad. Una vez que sabemos nuestro lugar, empezamos a ver todas las cosas como bajo una nueva luz porque nos hemos convertido en quienes somos en realidad. Y al volvernos quien somos en realidad, podemos empezar a ver todas las cosas como son y empezar a ver a todas las personas como son en realidad… Aprendemos a través de la práctica y de la experiencia a estar arraigados en nuestro ser esencial. Aprendemos que estar arraigados en nuestro ser esencial es estar arraigados en Dios, el autor y el principio de toda realidad. Y no es pequeña cosa entrar en la realidad, volvernos reales, volver a ser quienes somos en realidad, porque en esa experiencia nos liberamos de todas las imágenes que nos azotan constantemente. No tenemos que tener la imagen que otros tengan de nosotros, sino simplemente la persona que somos en realidad. (…) La meditación es demandante. Debemos aprender a meditar sin importar si tenemos ganas o no, sin importar si está lloviendo o nevando, o el sol está brillando… o sin importar que clase de día hemos tenido. En la visión Cristiana de la meditación, una perspectiva desde las palabras de Jesús, encontramos la realidad de la paradoja que él nos enseña: si queremos encontrar nuestra vida debemos estar preparados a perderla. Al meditar, es exactamente lo que hacemos. Nos encontramos a nosotros mismos porque estamos preparados a perdernos, a lanzarnos a las profundidades, las profundidades de Dios. (…)
Reflexionen sobre estas palabras de la primera carta de San Juan en relación al viaje de tu vida: “Aquí está el mensaje que escuchamos de él y les pasamos a ustedes: Dios es luz y en él no hay obscuridad alguna.” (1 Juan: 1:1-5). Estamos llamados a ir hacia la luz y a dejar atrás completamente la obscuridad. Y el camino hacia la luz es el camino de la humildad en silencio, el camino del mantra.
Después de la meditación: “Early Spring in the Field,” Tom Hennen. DARKNESS STICKS TO EVERYTHING: Collected and New Poems (Port Townsend, Copper Canyon Press, 2013), pág. 108
La voz del cuervo se filtró a través de las paredes de la granja
haciendo sonidos como los del motor de un automóvil oxidado. Nubes en los
vientos del norte silbando suave y frio. Abetos plantados
en una línea en el lado sur de la casa tejiendo y arañando el aire.
He caminado a un campo lejano, a una cerca de piedras donde me
sorprende ver lodo fresco en un día tan crudo. No hay huellas nuevas en
el lodo, solo pasto seco entre las piedras, una arboleda escasa
a la distancia, un delgado cielo azul con una rajada
hecha por gansos negros que lo atraviesan, sus suaves voces se debilitan y
casi preocupan al desaparecer en una grieta que ha abierto el frío
corazón del invierno al fin.
Selección: Carla Cooper
Traducción: Guillermo Lagos.