28 de mayo 2017

                                                                     

De Laurence Freeman OSB, “Forgiveness and Compassion”, APECTS OF LOVE (London: Arthur James, 1997), págs. 73-74


Cuando nuestro amor se encuentra con el sufrimiento del otro, y atraviesa nuestro (propio) temor egocentrista, dejamos de pensar sobre la otra persona como “pobrecito”; pensamos en ellos como nosotros. Ellos no están separados de nosotros. El significado de la compasión es que estamos de luto con quien está de luto, morimos con aquellos que mueren, sufrimos con los que sufren. Esta es la compasión de Cristo, la cual ha unido a toda la humanidad en sí mismo.

La única forma de manejar la complejidad de las relaciones humanas es la sencillez del amor. Aprendemos que el amor es fuerza unificadora en todas las relaciones humanas, ya sea con aquellos que están cerca de nosotros o aquellos que nos han herido… o la forma en que nos relacionamos con la humanidad en general, desde la persona que está a la vuelta de la esquina hasta el devastador sufrimiento que vemos en los medios. Aprendemos que es el mismo amor el que nos une a todos ellos. La única forma de lidiar con la complejidad de las relaciones humanas es a través de la sencillez del amor. En el amor no juzgamos, no competimos; aceptamos, reverenciamos, y aprendemos la compasión (…)

Fue la visión de John Main sobre la comunidad humana que solo se hace posible con el compromiso que hacemos a solas con la relación más profunda que tenemos en nuestra vida, que es la relación con Dios. Ahí aprendemos que el amor es la dinámica esencial de todas las relaciones, desde las más casuales hasta la más íntimas, hasta las más antagónicas. Es la práctica ordinaria de nuestra meditación la que nos revela el camino universal del amor. Es por eso que en aprender a amar a otros llegamos a un nuevo conocimiento sobre la unidad de la creación y sobre la básica sencillez de la vida.

 

Después de la meditación, de San Juan 13:12, La Santa Biblia NRVS (New York: Oxford, 1989), pág. 111

Después de haber lavado los pies de los discípulos, haberse puesto su túnica, y haber regresado a la mesa, les dijo, “¿saben lo que he hecho por ustedes?”

 

Selección: Carla Cooper

Traducción: Guillermo Lagos

 

Photo credit: chundarboy via Visual Hunt/CC BY-NC-ND