Viernes después del miércoles de ceniza, 16 de febrero 2018

Los días sucesivos de Cuaresma, como un buen adicto que lo toma día a día, son una oportunidad para aclarar nuestras vidas, su funcionamiento o disfuncionalidad y también su mayor significado. Si esto ocurre durante estos cuarenta (o cuarenta y seis) días, se sentirá más por accidente que por fuerza de voluntad. Sin embargo, debemos prepararnos para el accidente y sorprendernos. (Sigue leyendo)

La claridad y la oscuridad, sin embargo, nunca están lejos la una de la otra. Nunca somos claros en todo, excepto quizás a veces en un sueño profundo, donde todas las cosas pueden aparecer en un destello intemporal de la eternidad como un todo y hermosamente conectadas en un orden cósmico que nos llena por un momento de asombro y gran alivio: un regreso al hogar donde ya no necesitamos pensar, preocuparnos o planear.

Pero la mayoría de las veces, algunas cosas, o algunos ángulos de la misma cosa, son muy claros, mientras que otros son simultáneamente tan turbios como el lago de Bonnevaux después de una fuerte lluvia. Naturalmente, preferimos refugiarnos en los pocos puntos claros de nuestra perspectiva sobre la imagen completa. Tampoco se deben ignorar. Pero, de hecho, bien pueden ser las cosas poco claras, la niebla de la vida, las que son más importantes. En cualquier caso, debemos dar cuenta y respetar por igual tanto lo claro como lo oscuro.

Esto nos ayuda a lidiar con los problemas de la oscuridad moral, cuando no estamos seguros de qué hacer o qué está bien o mal. Pocas cosas e incluso menos juicios sobre las cosas son simplemente en blanco y negro. Los motivos, y el carácter humano en sí mismo, a menudo son mixtos o débiles e inestables. Lo bueno puede transformarse en lo malo y lo oscuro puede repentinamente sorprendernos con un brillo asombroso. Vivir con esta oscilación entre lo bueno y lo malo (como los vemos) es a veces un poco desordenado e irracional. Pero al menos desactiva los peores virus del prejuicio, el racismo, la intolerancia y muchas otras estupideces que causan una miseria tan extrema.

La Cuaresma - con esto me refiero a la cuaresma diaria de nuestra meditación matutina y vespertina y la Cuaresma momento a momento del mantra - nos ayuda a permanecer en el camino del medio. Nos conduce de forma segura a través de las zonas oscuras y nos ayuda a evitar caer en el abismo de la gran oscuridad, que es también la mayor superficialidad y pérdida de tiempo y siempre lo que más debemos temer.

Laurence Freeman OSB

Traducción: Marina Müller (WCCM Argentina)

 

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