31º día de celda del camino del Oblatado en Argentina, 4 de marzo 2018
Presencial y virtual. Participantes: presenciales: Carlos, Juanita, Luis y Marina (Buenos Aires). Virtuales por Skype: Norberto (Mar del Plata), Aracely (Washington) y Raúl (Quito). Sigue leyendo.
Por primera vez realizamos un día de celda con una primera parte (por la mañana) incluyendo a los participantes virtuales. Fuimos super puntuales, si bien demoramos hasta encontrar buena conexión virtual con ayuda de Aracely. Estamos muy entusiasmados con esta nueva posibilidad que nos permite compartir y unirnos más mediante los recursos tecnológicos.
Enseguida meditamos, haciendo la lectura inicial tomada de John Main, del libro Silencio y quietud para cada día del año, 25 minutos de silencio y lectura final del Evangelio del día (Juan 2, 13-25).
Luego profundizamos con nuestras reflexiones en respuesta a ¿A qué me llama el Señor en este camino? Seguimiento y servicio: en qué estoy. Posibilidades y realidades.
Comentamos sobre este tema y a continuación hicimos la Lectio divina de Marcos 1, 12 a 15 (Evangelio del 1er. Domingo de Cuaresma)
La prueba en el desierto
12 Inmediatamente el Espíritu lo llevó al desierto, 13 donde pasó cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía con las fieras y los ángeles le servían.
Comienza su proclamación de la Buena Noticia
14 Cuando arrestaron a Juan, Jesús se dirigió a Galilea a proclamar la Buena Noticia de Dios. 15 Decía: — Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Arrepiéntanse y crean en la Buena Noticia.
Resaltamos las frases que más resonaron en nosotros, a propósito de las cuales realizamos breves comentarios.
Carlos ofreció un comentario sobre la reflexión del P. Laurence sobre la Cuaresma del jueves después del miércoles de ceniza, refiriéndose a que durante Cuaresma puede haber una suerte de carrera para cumplir ciertas normas que corren el riesgo de quedar en lo material como un atleta que busca su premio. Puede entenderse también en un sentido espiritual: sumar tiempo a la oración, mejorar nuestra relación con los demás, visitar a un enfermo, acercarnos a alguien con quien no nos llevamos bien, más que centrarnos en la privación de algo material.
A mediodía nos despedimos de quienes se unieron a la celda en forma virtual y continuamos solo en forma presencial, con el almuerzo fraterno y la definición del 3er. Retiro del Oblatado argentino, del sábado 28 al lunes 30 de abril en la Trapa como los dos retiros anteriores. El tema, consensuado grupalmente, será la profundización en las tres promesas del oblatado: conversión continua, estabilidad y obediencia, en vistas de la oblación final de Carlos y Raúl y la probable de Juanita y Luis. Los 4 presentes nos comprometemos a participar, preguntaremos a Norberto y a Rosa si también concurrirán. La casa ya está reservada.
Luego Juanita condujo unos momentos de elongación y ejercicios, a partir de lo cual hicimos el comentario de la Regla correspondiente al capítulo 27: págs. 128 a 130 inclusive del libro de Joan Chittister.
Merendamos en un clima cordial y fraterno, después meditamos nuevamente, y compartimos los comentarios finales:
Fue un encuentro muy rico, de los más ricos hasta ahora al ser también el primer encuentro con incorporación de participantes virtuales. Se propone “incorporar a los que recorren solitarios este camino” y son de habla hispana. Los temas tratados gustaron hasta el punto de ampliar la mente y brindar una sensación de maravilla. Esto nos abre caminos para el oblatado y quizás para la comunidad más amplia de meditadores.
Se menciona la posibilidad de tomar la decisión de la oblación final por parte de quienes siguen siendo novicios. Este encuentro fue una síntesis de lo que hicimos hasta ahora, es muy profundo todo este trabajo, crea una amistad sincera, cada uno puede decir lo que siente y sentirse escuchado. Jesús orando nos da la imagen de paz y de vida. Lo principal no es “el pecado” que a veces puede hacernos sentir alejados de Dios, sino el amor, la transfiguración de Jesucristo y nuestra, en el proceso de este camino.
Que el Señor acompañe y fortalezca nuestro camino, y nos sostenga con su amor y su gracia para perseverar.
Marina Müller
Coordinadora del oblatado WCCM en Argentina