14 de junio 2020

Un fragmento de John Main OSB, “The Way of Peace” in The Hunger for Depth and Meaning (London: Medio Media, 2007), págs. 191-92.


[P]az es la más grande cualidad que podamos poseer. Está más allá del entendimiento. Sin embargo, se puede entrar en ella y ser experimentada a través de la meditación. […]

Nuestra cultura nos dice que podemos inducir cualquier estado emocional que queramos, por medios químicos o por un acto de la voluntad. Pero paz entendida en su significado espiritual, no es algo que pueda ser inducido, sino algo en lo que debemos entrar. […] La única cosa que puede crear paz en nuestro mundo surge del poder de paz encontrado, conocido, y experimentado, en los corazones humanos. Esta paz, una vez que la conocemos como el cimiento de nuestro ser, es invisible. Es más fuerte que cualquier violencia y más fuerte que cualquier temor, porque la paz es creativa. Es paciente, sabe cómo sufrir, mientras que la violencia es impaciente y destructiva.

Ahora, estas verdades las debemos conocer todos a través de nuestra experiencia personal. No podemos encontrar paz dentro de nosotros usando cualquier tipo de violencia. No podemos huir de nuestros miedos, nuestro auto-rechazo, nuestras ansiedades, nuestras represiones, nuestras inseguridades, recurriendo a cualquier tipo de violencia. Llegamos a la plenitud de la vida bebiendo profundamente en la fuente de vida, la fuente que encontramos brotando en nuestros corazones.

 

Después de la meditación: “Making Peace” pro Denise Levertov en MAKING PEACE, editada por Peggy Rosenthal (New York: New Directions Biblelot, 2006), págs. 58.

Haciendo la Paz

Una voz llamó desde la obscuridad,
“Los poetas nos deben dar,
imaginación de paz, para desechar la intensa, y familiar
imaginación de desastre. Paz, no solo
la ausencia de guerra”.
Pero paz, como un poema,
no está ahí delante de si misma,
no puede ser imaginada antes de que sea hecha,
no puede ser conocida excepto
en las palabras de su creación,
gramática de justicia,
síntaxis de ayuda mutua.
Un sentimiento hacia ello,
percibir débilmente un ritmo, es todo lo que tenemos
hasta que empezamos a decir sus metáforas,
aprendiéndolas conforme hablamos.
Una línea de paz puede aparecer
si restructuramos la frase que nuestras vidas hacen,
revocando su reafirmación de utilidad y poder,
cuestionando nuestras necesidades
permitiendo pausas largas…
Una cadencia de paz podría equilibrar su peso 
en ese punto de apoyo diferente; paz, una presencia,
un campo de energía más intenso que la guerra,
podría latir entonces, 
estrofa por estrofa en el mundo,
cada acto de vivir 
una de sus palabras, 
cada palabra una vibración de luz -facetas
del cristal que se está formando.

 

Selección: Carla Cooper

Traducción: Guillermo Lagos