26 de julio 2020

                                                Photo by Mario Purisic on Unsplash

Un fragmento de Laurence Freeman OSB, “Prayer as Meeting”: A Christian-Muslim Gathering”, The Tablet, Septiembre 2006.


Las personas religiosas con facilidad pueden descuidar lo obvio, y lo más obvio y necesario a recordar es esto: los que no aman no saben nada de Dios. Esto no es un razonamiento metafísico sino la razón del corazón, [y] lo que nos enseña nuestra experiencia humana más universal. Amor es trascendencia, recentrar la conciencia por el hecho de poner atención activa en el otro. Los padres lo hacen, los amantes lo hacen, y la gente religiosa lo debe hacer también si quieren ser genuinos.

La forma en que oras es la forma en que vives. Vivimos en el poder de la trascendencia si oramos con profundidad. No sólo el salat y la liturgia, sino la contemplación. […] Los medios son los que nos enseña la religión si no se equivoca en confundirse a sí misma con el fin: espera, paciencia, quietud, y particularmente importante en una época de comunicación instantánea, silencio.

[En la reunión Cristiana-Musulmana], oramos el salat y dijimos oraciones Cristianas. Pero, también nos sentamos a meditar en silencio- le llamamos la oración del corazón y ellos le llaman dhikr. Reduce muchas palabras a una sola palabra en una rica pobreza de espíritu. En este silencio tocamos una universalidad que las palabras solo pueden señalar. No es un escape de la realidad sino un abrazar a la divina realidad que conocemos y amamos.

Las relaciones cambian por esta experiencia de silencio en trascendencia, de formas que las palabras no pueden conseguir. Vivimos juntos en una forma nueva cuando hemos estado pacientemente juntos en el silencio de amor.

 

Después de la meditación, de “Heart Knowing and the Jasmine Scent of Feeling Near to God,” THE SOUL OF RUMI: A NEW COLLECTION OF ECSTATIC POEMS, trad. Coleman Barks (New York: HarperCollins, 2001), pág. 321.

Los Sufís lo llaman conocimiento del corazón para 
disfrazarlo de aquellos quienes no debían oír. 
Es desde el corazón.  Ahí es donde Dios se manifiesta. 
Ningún error puede ser hecho o dicho cuando tu 
conciencia está en tu amor
y tu amor está en 
Dios.

 

Selección: Carla Cooper

Traducción: Guillermo Lagos