10 de enero 2021

                                                          Photo by Frank Holleman on Unsplash

Un fragmento de Laurence Freeman OSB, “an excerpt from “Process and Lifestyle” en FIRST SIGHT: The experience of Faith (London: Continuum, 2011), págs. 24-25


Si la meditación cambia nuestras vidas es debido a que nos ayuda a ver el verdadero valor de vivir fielmente. Nos muestra lo que es ser fiel en cosas pequeñas, no solo creer en grandes abstracciones, o mantenerse con tenacidad en la zona de confort de ciertas ideas porque siempre lo hemos hecho o porque nos ayudan a crear una identidad. La meditación desarrolla el músculo de la fe, la integridad empieza a ser más importante, no como un código moral prescrito sino como un símbolo de lo que la plenitud significa. […] Siendo un ser humano fiel, manteniendo nuestra palabra, actuando con veracidad en todas nuestras relaciones íntimas y profesionales, tratando de decir la verdad como es, siendo justos y compasivos en asuntos cotidianos pequeños se vincula cada vez más a nuestro sentido de significado.

¿Fieles a qué, podríamos preguntar? Solo fieles, fieles a todas las cosas que hacemos—fieles en la forma en que amamos, fieles en la forma en que trabajamos, pero también fieles en la forma en que caminamos y hablamos, y en obrar según lo que decimos, fieles en la forma en que nos sentamos quietos durante la meditación, fieles en la forma en que aceptamos el regalo de la vida al usar nuestro tiempo conscientemente y tratamos a nuestro cuerpo y el de otros y a nuestro mundo con respeto.

 

Después de la meditación: “Certainty” por Tukuram (C. 1608-1649) en LOVE POEMS FROM GOD, ed. Daniel Ladinsky (New York: Penguin Compass, 2002), pág. 350

CERTEZA

La certeza socava el poder de uno y convierte la felicidad
en una posibilidad lejana. La certeza limita.
Queridos, no hay nada en su vida que no vaya 
a cambiar- especialmente todas sus ideas de Dios.
Miren lo que puede hacer la locura del conocimiento recto:
luchar y mutilar a miles
al querer convertir aquello
que ya es oro
en oro.
La certeza se convierte en una enfermedad
que crea odio y
avaricia.
Dios le dijo una vez a Tuka,
“Aún Yo estoy siempre cambiando—
estoy siempre más allá
de Mi mismo,
Aquello sobre lo que alguna vez puse mi sello
puede que ya no sea
la más grande
Verdad”

 

Selección: Carla Cooper

Traducción: Guillermo Lagos