Sabado Santo 2013

‘Algo extraño está pasando hoy’ Un escritor cristiano del segundo siglo trató de expresar, en una bellísima enseñanza, la experiencia de la presencia ausente que llena el vacío después del entierro de Jesús.

Todos los que hemos enterrado un ser querido hemos sentido este sentimiento que sigue después del ritual y la compañía de familiares y amigos. En los chistes y cuentos de la reunión después del servicio, tenemos permiso, dentro de la convención social aceptada, de dejar a un lado, por un momento, este sentir de perdida y de vacío.

Pero pronto, cuando se ha limpiado la mesa de vasos y platos y la familia regresa con cierto alivio a su propia rutina, lo extraño de ser un sobreviviente desciende. La vida continúa pero en su centro queda una ausencia tangible que cuestiona el significado de todas las cosas.

Este escritor antiguo escrudiñó profundamente esta ausencia y con los ojos de la fe encontró un propósito en la experiencia colectiva de la nada. “Deseando inmensamente visitar a los que viven en la obscuridad y en la sombra de la muerte, ha ido a liberar de la angustia a los cautivos de Adán y Eva”. Algo pasa en el inframundo de la pena. Un proceso comienza que toca la pre-conciencia de la raza humana. Algo se activa y es liberado en un lugar que parecía demasiado profundo y obscuro para poder ser entendido y por tanto permaneció una fuente primaria de miedo.

“Levántate, dejemos este lugar, porque estas en Mí y Yo en Ti; juntos formamos una persona indivisible y no podemos separarnos” De la separación final ahora surge el prospecto emocionante de la unión eterna.

La meditacion es muchas veces un Sábado Santo. La percepción de fracaso o pérdida o desconexión tiene que ser aguantada. Pero, en un nivel más profundo, hay una certeza que aún no rompe la superficie de la consciencia y esta es la esperanza.

Traducción de Enrique Lavin

 

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