14 de diciembre 2014

PHOTO: LAURENCE FREEMAN

Una selección de Laurence Freeman OSB, JESUS, EL MAESTRO INTERIOR (New York: Continuum, 2000) págs. 226-227

El mantra…es recitado continuamente sin importar lo que estemos sintiendo: “en tiempos de guerra y en tiempos de paz”, como lo dice La Nube del  No Saber”; “en tiempos de prosperidad y adversidad”, como lo dice Juan Casiano; “desde el principio hasta el final de cada meditación”, como a su vez lo dijo John Main. Con la práctica el mantra echa sus raíces cada vez más profundas en nuestro ser, estableciendo armonía entre lo consciente y lo inconsciente. Imperceptible y gradualmente se hunde desde la cabeza hasta el corazón. A través del tiempo decimos el mantra, después lo hacemos sonar, y después lo escuchamos con menor esfuerzo y más atención.


Naturalmente, hay algunos días tormentosos o períodos  áridos de meditación cuando parece casi imposible. Buscamos cualquier excusa para no sentarnos a meditar. Cuando lo hacemos, el mantra inmediatamente se lo llevan las olas de pensamientos y emociones. Pero si perseveramos o empezamos otra vez entonces, como la semilla en la parábola, que crece en el útero oscuro de la tierra (Como, no sabemos, dijo Jesús), el mantra nos guía fielmente hacía la profundidad. Y con la profundidad viene la claridad, la quietud, el  auto-conocimiento, el gran regalo de la compasión y la quietud interior requerida para tener, cada vez más, una mayor atención, una trascendencia generosa (……)

Una actitud de no posesividad y confianza se desarrolla y remplaza a la avaricia y el miedo. Con esto viene una paz más y más imperturbable.  Esta paz,  subyacente a todas las tormentas, fluye del conocimiento de que somos conocidos y, una vez que es reconocido esto, se vuelve la condición necesaria para todo crecimiento futuro.

Con el tiempo nos trae a la auténtica pobreza donde aprendemos  simplemente a ser. Experimentar esta bonita  realidad… nos empodera a soportar todos los reveses y desencantos que vengan en el camino. Habrá momentos de derrota…Pero aun cuando parece que regresamos, el crecimiento está sucediendo si hay fe que lo sustente. En la noche más oscura hay una luz invisible que brilla.

Después de la Meditación, una selección de John Main OSB, “Purity of Heart”, WORD MADE FLESH (Norwich: Canterbury, 2009) págs. 59-60

No existe algo menos brillante en nuestros corazones que la gloria de Cristo. Esta gloria no es triunfalista pero triunfa sobre los corazones endurecidos por las heridas de la vida. Pobreza, pureza, simplicidad son armas extrañas para mentes manchadas con imágenes y valores de violencia. Pero nuestra supervivencia, espiritual y a veces física, depende de nuestra recuperación de la conciencia del poder redentor de estas cualidades de humanidad. Este es el camino del mantra.

Traducción: Guillermo Lagos