4 de enero 2015

PHOTO: LAURENCE FREEMAN

Extracto de John Main OSB, “A Call to the Fullness of Life,” MOMENT OF CHRIST (New York: Continuum, 1998), pp. 10-111.

Meditar no es aprender a hacer, es aprender a ser. Es aprender a ser uno mismo, es entrar en el regalo de nuestro propio ser. […] Aprendemos en la meditación la prioridad del ser sobre el actuar. De hecho, ninguna acción tiene sentido, o al menos una perdurable profundidad de sentido a no ser que provenga del ser, de la profundidad de nuestro propio ser. Por esto la meditación es un camino que nos lleva lejos de la superficialidad hacia la profundidad. Aprender a ser es aprender a empezar a vivir la plenitud de la vida.


 

Esta es nuestra invitacion. Es aprender a ser una persona plena. Lo misterioso acerca de la revelación cristiana es que conforme vivimos nuestras vidas plenamente, vivimos las consecuencias eternas de nuestra propia creación. Ya no estamos viviendo más como si estuviéramos usando una dotación limitada de vida que recibimos al nacer. Lo que sabemos por las enseñanzas de Jesús, es que nos volvemos infinitamente plenos de vida cuando somos uno con la Fuente, el Creador, Aquel que dice “Yo Soy.”

En la visión Cristiana somos dirigidos a nuestra Fuente del Ser por un guía, y nuestro guía es Jesús, la persona plena por excelencia, aquél totalmente abierto a Dios. Conforme meditamos cada dia tal vez no reconozcamos a nuestro guía. Por eso es que el peregrinar cristiano es siempre un camino de fe. Pero conforme nos acercamos al centro de nuestro ser, conforme nos introducimos en nuestro corazón, nos encontramos al guía que nos da la bienvenida, nos recibe aquel que nos ha dirigido. Esa persona que nos llama a cada uno a la plenitud personal de ser. Las consecuencias o resultados de la meditación son justamente esta plenitud de vida – armonía, unicidad y una energía divina que encontramos en nuestro propio corazón, en nuestro propio espíritu. Esa energía es la energía de toda la creación. Como dice Jesus, es la energía que es amor.

Despues de Meditar, "Lost," por David Wagoner en Collected Poems 1956-1976 (Bloomington: IU Press, 1976), anotado en The Writer’s Almanac, January 11, 2006.

PERDIDO
Parate quieto. Los arboles frente a ti y los arbustos
A tu lado no están perdidos. Dondequiera que estes se llama Aquí.
Y debes tratarlo como un poderos extraño, 
Debes pedir permiso para conocerlo y ser conocido.
El bosque respira. Escucha. Te responde, he hecho este lugar
Alrededor tuyo.
Si lo dejas, puedes regresar diciendo Aquí.
Ninguna pareja de arboles son lo mismo para Cuervo
No hay dos ramas que sean lo mismo para  Pajaro
Si pierdes lo que hace un árbol o un arbusto,
Estaras perdido seguramente.
Parate quieto. El bosque sabe
Donde estas. Dejalo que te encuentre.

Traducido por Enrique Lavin