21 de diciembre 2014

PHOTO: LAURENCE FREEMAN

Un extracto de John Main OSB, “Preparing for Birth,” Diciembre 1980 en MONASTERY WITHOUT WALLS: The Spiritual Letters of John Main (Norwich: Canterbury, 2006), pp. 144-45, p. 148. 

Con todas las presiones del consumismo que van con la Navidad hoy en dia, es fácil pensar en que es simplemente un periodo activo de preparación para un rápido dia de celebración seguido de un tiempo para recuperarse después…en una sociedad que ha perdido mucha de su capacidad para la paz y mucha de la paciencia necesaria para prepararse para casi nada, arriesgamos el quedarnos solo con la adoración de lo instantáneamente visible…y con la aridez de lo instantáneamente olvidado. […]

Hay tanto que depende de estar preparado verdaderamente, en tener experiencia de primera mano de estar listo. Si queremos conocer la profundidad del significado espiritual de la Navidad, de las celebraciones y ritos en casa y en la comunidad, tenemos que saber con corazones bien preparados y en paz lo que quiere decir entrar al espacio donde la celebración se vuelve alegría. Esto es lo que el diario camino de la meditacion nos enseña desde adentro. En esta simple y humilde jornada descubrimos lo que es el significado de hacer un espacio en nuestro corazón. Sentimos lo que quiere decir preparar el corazón para la gran celebración de la vida. Conforme nos preparamos y conforme vamos dejando a un lado nuestro materialismo espiritual y nuestras expectativas egocéntricas se van haciendo a un lado, caemos en la cuenta de que los eventos para los que nos estamos preparando nos preceden. La gran liturgia ya ha empezado en espíritu y en verdad.

Tantas veces tenemos la experiencia pero nos perdemos el significado. Después solamente nos queda el hueco y la desilusión de lo que se hizo o dijo en meros signos exteriores que no nos conectaron con sus realidades subyacentes. Pero una vez que hemos encontrado la relación verdadera en el fondo, todo lo que nos sucede forma parte de un patrón lleno de significado. Solamente es necesario que preparemos nuestro corazón y estaremos preparados para todo. […]

El mayor reto al que se enfrenta la iglesia el dia de hoy es el extender la invitación a una oración más profunda tan convincentemente y tan universalmente como su naturaleza demanda. Esto es enseñar a orar a cada mujer y cada hombre en las circunstancias ordinarias de su vida. Orar es estar preparado para la celebración de la vida. La meditacion nos enseña a ver que la Navidad es la fiesta de la explosión divina – el amor de Dios revelado en la pobreza de Cristo. 

Despues de meditar: Denise Levertov, “Candlemas,” THE STREAM AND THE SAPPHIRE: Selected Poems on Religious Themes, (New York: New Directions, 1997), p. 11.

Candelaria
Con certidumbre
Simeón abrió 
Sus viejos brazos
A la luz infantil.
Décadas 
Antes de la cruz, la tumba,
Y la nueva vida
El conoció
La nueva vida
Qué profunda
La fe de la que tomó
Volteando iluminado
Hacia la obscura noche.