4º domingo de cuaresma 2015. 15 de marzo
Juan 3: 14-21: Quien vive en la verdad viene a la luz
El noticiero de televisión mostró recientemente a un banquero de alto vuelo esquivando a un reportero que lo acompañó por la calle repitiendo la misma pregunta acerca de la corrupción y recibiendo la misma respuesta inexpresiva 'sin comentarios'. Había algo muy inquietante y revelador sobre la escena. La invasión muy pública de la intimidad y la exposición avergonzante. La apremiante demanda de verdad y el rechazo a hablar, que hablaba más que las palabras.
Cuando los carniceros de Auschwitz vieron que la pesadilla que habían infligido a los demás se centraba ahora en ellos, huyeron del lugar del mal y trataron de hacer estallar la evidencia. Hoy en día se pueden ver los escombros que dejaron atrás, que los condena y que avergüenzan a toda la humanidad. No importa cuán intensa sea la negación, no se puede enterrar la oscuridad en la luz.
La verdad no es sólo lo que dices. Puedes esperar que tu abogado te dé las palabras aceitadas que te llevarán fuera del anzuelo. Pero la verdad es vivida, no hablada. Es lo que se vive y cómo se vive. La verdad no se puede esconder. Cuando se asienta el polvo de la explosión que trata de destruirla, lo que trató de ocultarse es más visible que nunca.
Si tienes algo que ocultar y tienes miedo de la verdad, entonces esta es la terrible verdad inevitable de la verdad. Saldrá a la luz justo cuando la realidad surja de las cenizas de la ilusión que trató de evadir la verdad. Esto es cierto no sólo de obras que se hayan hecho. También es cierto de una verdad reprimida en nuestras mentes y nuestros recuerdos. Una sensación de que es demasiado dolorosa para encararla, un error demasiado doloroso de admitir, una visión demasiado transformadora para darle la bienvenida.
Hasta que lleguemos a un espacio de apertura y dejemos que la verdad se expanda en la luz, seremos acosados y vamos a estar huyendo. La meditación es vivir la verdad. A la luz - en lo abierto.
Laurence Freeman
Traducción: Marina Müller