Domingo de Ramos 2015.

PHOTO: LAURENCE FREEMAN

Mc 14:1-15-15:47: Ella quebró el frasco y derramó el ungüento sobre su cabeza.

Aquellos que cuidan a los que están muriendo comentan que el ingrediente mas importante de una buena muerte es el significado, la conexión, el sentido de pertenecer, de estar unido a otro o a lo otro en sí mismo.

El significado va más allá de las explicaciones. Las explicaciones y el dogma suenan a vacío en esos momentos inevitables en los que nos topamos con la realidad. ¡Como hacemos cualquier cosa con tal de evitarla! En esos momentos nos encontramos totalmente indefensos y expuestos al tribunal de la realidad. Cuando los conceptos por fin se convierten en verdades, nos gustaría salir huyendo lo más lejos posible.

Es la totalidad de la verdad lo que importa y es esta totalidad lo que convierte a la Pasión de Cristo en el portal a través del cual toda la humanidad entra a la realidad total, indiferenciada, y cruda. Y así somos llevados a una experiencia tan alejada de nuestra zona de confort y familiaridad que no podemos ni explicarla ni controlarla.

Ocurre – una pérdida o desilusión devastadora, un revés de nuestras expectativas o sueños, o toda nuestra vida patas arriba. En estos momentos, nuestra única defensa es nuestra sensación de indefensión. Porque esta indefensión es lo único que hay en ese momento, es la sensación más auténtica con la que podemos identificarnos. La aceptación de nuestras debilidades, más que las debilidades en sí mismas, demuestra ser – contra todo pronóstico – nuestra fortaleza y resiliencia. Esta aceptación nos trasporta así del universo del ego – que es un reflejo y representación de la realidad falso – a otro mundo. 

¿Y cómo podemos encontrar refugio en nuestro desamparo?

Se revela una señal. Una mujer de dudosa reputación rompe un frasco y desperdicia un valioso ungüento al verterlo en nuestra cabeza. En otro mundo podría haber sido vendido y el dinero usado para apoyar el desarrollo sostenible de una organización. Pero en este mundo se convierte en un símbolo. Nos revela que la ruptura puede ser reparadora, que el sacrificio puede representar un homenaje, y que lo que parece un gesto fútil puede cambiar la percepción de cualquiera con ojos para ver.

Hoy empezamos a entrar en lo que nos ha preparado el pasar los últimos 40 días en el desierto.

Al principio, la meditación nos hace dolorosamente conscientes de todas las formas en las que nuestro ego secuestra nuestras reacciones y controla nuestras decisiones. Entonces, la meditación nos hace ser conscientes que podemos cambiar los patrones que nos encarcelan y reconectar todo el sistema del ego. Y ahora vemos cómo todo esto funciona.

¿Cuando fue la última vez que alguien vertió un preciado ungüento sobre vuestra cabeza? Y Rumi dijo: Tú eres una señal y un buscador  de una señal; no hay mejor señal que el buscador de una señal.

Laurence Freeman OSB

Traducción John Siska

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