6 de septiembre 2015

Un extracto de Laurence Freeman, OSB, A Primera Vista –La experiencia de la fe - FIRST SIGHT: The Experience of Faith (London: Continuum, 2011) pp. 7-8.

El cristianismo el dia de hoy se ha comprometido en un proyecto radical: recobrar y poner al dia la dimensión contemplativa en todos los aspectos de la vida - diálogo con el mundo laico, el mundo científico y con otras religiones, y también en casa, en la teología, moral, oración, adoración y acción social. Si la iglesia falla en esta labor espiritual o cede a las tentaciones de revertirse a un mundo nostálgico de verdades supuestas, como a algunos les gustaría, será imposible ajustarse a un mundo secular y ser lo que está llamada a ser. Hoy, la identidad cristiana misma - la recepción y comunicación de lo que Jesús le da a la humanidad - está en riesgo. Un corolario de esta identidad es su relación con otras identidades religiosas y su necesidad de participar con otras formas de fe para responder a la crisis global.

Si no es contemplativa, la iglesia no es contemporánea. Su "catolicidad" - es decir, su universalidad-se contrae. Al contraerse hasta casi extinguirse, se vuelve un simple culto. No es, sin embargo, el tamaño de las congregaciones lo que importa sino la calidad de la mente que despierta en aquellos que asisten a Misa o que no van a Misa convencionalmente, pero que viven la fe cristiana en otras formas. Los números suben y bajan. La mente trasciende la numeración. Es abierta o cerrada o va en alguna de estas direcciones. El mundo necesita contemplativos con mentes valerosamente abiertas, de cualquier tipo de fe - budistas, hinduístas, judíos o musulmanes. Cada religión se enfrenta a su reto particular para recuperar y reconectarse con su núcleo espiritual.

El cristianismo necesita cristianos contemplativos, que surgen de su experiencia de este núcleo y llevando la palabra de un evangelio unificador a un mundo herido...misionar es un elemento del discipulado...Pero donde la fe es fuerte, el objetivo de la misión no es la conversión. Ese es el trabajo del Espíritu y no un proyecto humano. Así que la misión del cristiano contemporáneo es esencialmente contemplativa y deberá conducir al diálogo más que al robo de ovejas. Los contemplativos surgen de la experiencia que se alimenta de fe pura. Por eso debemos entender qué es lo que significa la fe.

Después de la meditación: un extracto de “Emerging,” R.S. THOMAS: EVERYMAN’S POETRY (London: Orion E-Books, 2011), location 1394; citado en Benignus O’Rourke OSA, FINDING YOUR HIDDEN TREASURE (London: DLT, 2010), p. 27.

Me hubiera hincado,

lidiando contigo,

agotándote. Escucha mi oración, Señor,

escucha mi oración. Como si fueras sordo,

miriadas de mortales han insistido con

su agudo grito,

explicando tu silencio

con su falta de aptitud.

Comienza a aparecer

que esto no es lo que es la oración.

Es la aniquilación de las diferencias,

la consciencia de mi ser en ti,

y tu en mi.