27 de septiembre 2015

Un pasaje de Laurence Freeman OSB, “Prayer as Meeting: A Christian-Muslim Gathering,” The Tablet, September, 2006

Las personas religiosas con frecuencia descuidan lo obvio y lo más obvio y lo más necesario que recordar es esto: Las personas que no aman no saben nada de Dios. No es un razonamiento metafísico sino un razonamiento del corazón, (y) nuestra experiencia más universal lo enseña….Amor es trascendencia, el recentrar de la conciencia por un acto de atención paciente al otro. Los padres lo hacen, los amantes lo hacen, y las gentes religiosas lo deben hacer también si pretenden ser genuinos.

La forma en que oras es la forma en que vives. Vivimos en el poder de la trascendencia a través de la profundidad de la oración. No solo salat y liturgia, sino contemplación. El propósito de esta vida, decía San Agustín, es abrir los ojos del corazón a través del cual vemos a Dios….Los medios es lo que enseña la Religión, si no se confunde a si misma con el fin: Paciencia, Esperar, Quietud, y particularmente en una época de comunicación instantánea, silencio (…)

(En la reunión Cristiana-Musulmana) rezamos el Salat y recitamos oraciones Cristianas. Pero también nos sentamos en silencio a meditar-lo llamamos oración del corazón y ellos lo llaman dhikr. Reduce muchas palabras a una palabra en un espíritu rico en pobreza. En este silencio tocamos una verdad universal que las palabras solo alcanzan a señalar. No es un escape de la realidad sino un abrazar la divina realidad que ambos conocemos como amor.

Las relaciones son afectadas por esta experiencia de silencio en trascendencia, de formas que las palabras no pueden lograr. Vivimos juntos de una forma novedosa cuando hemos sido pacientes juntos en el silencio del amor.

Después de la meditación, de “Heart-Knowing and the Jasmine Scent of Feeling Near to God, “THE SOUL OF RUMI: A NEW COLLECTION OF ESCSTATIC POEMS, tr Coleman Barks (New York: Harper Collins, 2001), p.324

Los Sufis lo llaman conocimiento del corazón

Para disfrazarlo de aquellos

Que no deberían estar cerca. Es del corazón. Es por donde llega

Dios. Ningún error

Se puede hacer o decir cuando tu conciencia está en tu amor y

Y tu amor está en Dios.

Traducción: Guillermo Lagos