6 de Diciembre de 2015

Un extracto de Laurence Freeman OSB, “Dearest Friends”, BOLETÓN DE LA MEDITACIÓN CRISTIANA, Vol. 31, No 3, Octubre 2007, págs. 5-6


John Main vio a la comunidad como el hogar en el cuál sus miembros se vuelven hacia los otros, atrayendo al otro hacia la luz del amor. Él sabía que este centrarse en el otro no es fácil, y requiere la práctica diaria de la meditación en la cual estamos volcados y regresamos al otro dentro de nosotros mismos: el otro, que es simultáneamente los cimientos de nuestro ser, Dios, nuestro verdadero ser. Esta práctica es el trabajo de la atención pura… y es mucho más que una técnica, porque, si se práctica con convicción, se convierte en amor absoluto e incondicional, el postrar nuestro ser, el don de sí mismo al otro (…..)

Descubrir el grado de amistad espiritual despierta el sentido de que en cada persona que conoces, te encuentras a ti mismo y de la misma forma ellos se encuentran en tí. La amistad empieza a expandirse desde la seguridad de un pequeño grupo de compañeros que nos protege de los extraños, hasta que reconoces que cada extraño es un vecino y cada vecino un hermano o hermana. El ágape empieza a inundar nuestra mente. La experiencia Cristiana esencial es la transformación de la forma en que percibimos la realidad a través de la experiencia del “amor de Dios inundando la parte más profunda del corazón, a través del Espíritu Santo que nos ha sido dado”

Una comunidad de amor no se disuelve cuando se expande o se contrae. No se aferra a los amigos que ha hecho o se defiende de extraños ni cobra por admisión o verifica las credenciales de la gente. No cesa de explorar la experiencia de amor con la que empezó y hacia la cuál debe inevitablemente y eventualmente dirigirse: la cima desde la cual vemos el amor sin límites.

Después de la meditación: “One Heart, por Franz Wright en Walking to Martha´s Vineyeard (New York: Knoph, 2009), Kindle edition

UN CORAZÓN

Es avanzada la tarde y acabo de regresar de una versión más larga de mi caminata de la que nadie conoce. Por primera vez en casi un mes, y todo ha cambiado.

Es finales de Marzo,  una vez más he vivido. Esta mañana una joven describió lo que es consumir cocaína con un bebé en brazos. El sorprendente viento, la luz cambiante, y las nubes y el agua eran, en ciertos momentos, Tú.

Hay un solo corazón en mi cuerpo, ten misericordia de mí.

Las hojas cafés enterraron durante todo el invierno los pies sin criaturas, corriendo sobre el pasto muerto que empieza a retoñar, la primera violeta sin aroma por aquí y por allá, está de regreso, la primera estrella se enteró de todo a la vez, como cuando uno mira dentro del agua negra.

Gracias por dejarme vivir un poquito como uno de los sanos; gracias dejarme conocer como es esto. Gracias por dejarme observar tu aterrador cielo azul sin miedo, y a tu mundo terrible sin terror, y a tu psicótica sin amor e irremediablemente perdida, con este amor.

Traducción: Guillermo Lagos