El verdadero misterio del ser humano es que estamos tan convencidos de que tenemos que llegar a algún lado, sin darnos cuenta de que ya estamos allí. No estaríamos pensando en metas y objetivos a menos que ya estuvieran activados en nuestra conciencia personal. Entonces, comencemos la Cuaresma hoy con la Resurrección. Sigue leyendo.
En el hemisferio norte nos acercamos al nadir del año, el 21 de diciembre, el día más corto. Nadir viene de la palabra árabe que significa ‘opuesto’, refiriéndose aquí al opuesto de cenit, el punto más alto en la esfera celestial. Algo interesante de los opuestos es que cuando llegamos hasta el final, nos encontramos con la otra parte que viene hacia nosotros – y esto es de lo que se trata el adviento. Si estamos en el hemisferio sur, esa misma fecha corresponde al día más largo.
Una vez estaba caminando por el monte australiano a la luz de la luna. A medida que cruzaba un arroyo, y al caminar con cuidado de una piedra a otra, miré hacia abajo y vi a un pequeño ser extraño que me miraba con curiosidad desde el agua. Me sorprendió, pero no me asusté, y volví a dar un paso atrás para verlo de nuevo. Se había ido y me di cuenta, un tanto triste, de que era un truco de la luz y de mi imaginación.
Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
Viene a nosotros escondido; la salvación consiste en reconocerlo (Simone Weil) Sigue leyendo.
Algo extraño está sucediendo – hay un gran silencio en la tierra hoy, un gran silencio y quietud. Toda la tierra se mantiene en silencio. Sigue leyendo.
Cuando dijo esto, uno de los alguaciles que estaba cerca, dio una bofetada a Jesús, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote? Jesús le respondió: Si he hablado mal, da testimonio de lo que he hablado mal; pero si hablé bien, ¿por qué me pegas?
Cuando llegó a Simón Pedro, este le dijo: ― ¿Y tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí? Sigue leyendo.
Según el relato que San Juan hace de la Última Cena, hay más énfasis en el acto de lavar los pies que en partir el pan y el vino. Pero ambos puntos de vista se enfocan en el cuerpo.